viernes, 13 de abril de 2012

El libro del residente

Hoy me ha llegado el e-mail. Todos los años, por estas fechas, llega a la bandeja de entrada de los residentes el e-mail de la comisión de docencia del hospital recordándonos que es hora de ir ultimando los detalles de nuestro libro del residente. Sí, ese librito en blanco que te dan junto con tu plaza en el Ministerio.

Se supone que a lo largo del año debemos ir anotando todo lo que hacemos: pacientes que vemos, consultas, guardias, técnicas, publicaciones, asistencias a congresos... con el objetivo de entregarlo al final del año. En plan "querido diario". Durante los dos primeros meses de la residencia creo que todos lo llevamos más o menos a rajatabla, pero a partir de entonces uno se olvida por completo del tema. Y cuando llega el dichoso e-mail con él llegan también los agobios... pero sólo de R1. Ahí es cuando alguno de tus R mayores te explica que el libro del residente se hace entre todos y se adapta a cada uno de los residentes para que no se note. Como siempre, hecha la ley, hecha la trampa. El resto de años el mayor agobio para hacer el libro del residente es tratar de recordar todas las charlas a las que has ido, pero para eso las secretarias son muy majas y muy apañadas, y siempre nos tienen la lista preparada.

Así que si vas a empezar el mes que viene de R1, y aún miras asombrado el dichoso librito en blanco que te entregaron junto con tu flamante plaza, tíralo directamente a la basura (pero al contenedor azul, que hay que reciclar), que la época del papel y boli ya ha pasado. Dentro de un año seguro que alguno de tus resis mayores ya te habrá dado una copia en Word del suyo para que lo copies. Y por cierto, ¡enhorabuena por la plaza!

miércoles, 11 de abril de 2012

El comienzo

Hola a todos. Me llamo Ana y soy residente-resistente de neumología. En concreto, en un mes seré R4, lo cual significa que mi andadura como residente está llegando a su fin...

Podría haber iniciado este blog mucho antes, el periodo de residencia da para muchas anécdotas, pero no me he animado hasta ahora. Creo que es la pereza. Servidora nació cansada, qué se le va a hacer.

De R4 es cuando empiezas a adquirir las mayores responsabilidades, ya que comienzas a llevar tus propios pacientes sin un adjunto al lado que te ayude, así que estoy segura de que este blog va a nutrirse de numerosas anécdotas. Además hay que sumarle el factor Ana, que consiste en que tengo un don para que me sucedan las cosas más ridículas y variopintas. Mis amigos siempre recuerdan con lágrimas en los ojos la historia del olor de la necrosis. Quizás algún día os la cuente.

No me enrollo más, bienvenidos a mi blog y disfrutad de él.